Los brazos cariñosos e incondicionales de nuestras cuidadoras y voluntarias , son hoy el refugio para nuestros niños, quienes por diferentes circunstancias, no han podido contar con la contención y el cariño de sus padres.
“Cuando un niño ingresa a un sistema de protección, inevitablemente se produce un corte en los vínculos que hasta ese momento había generado, por lo que es trascendental restablecer los cuidados que permitan volver a darle una estabilidad física y emocional”. Con esta frase la psicóloga y experta en apego de Fundación San José, Ángela Medina, manifiesta lo fundamental que es para los bebés seguir manteniendo lazos afectivos sólidos, independiente de la persona que continúe con sus cuidados.
La profesional señala que todo el proceso de apego implica una mirada sensible y un profundo compromiso con la infancia vulnerada. “Las relaciones se construyen justamente en la constancia de los cuidados cotidianos; ya que el niño irá expresando sus necesidades y confiando paulatinamente»
Gracias a las profesionales de primer nivel que trabajan en Fundación San José, nuestros pequeños están construyendo experiencias maravillosas, las que serán la base para sus futuros vínculos.